Los vikingos estimaban que las deidades eran los responsables de enviarles avisos y advertencias por medio de los lances de suerte y azar, y que les guiaban por la buena senda o les ayudaban desde lo más alto, desde el mismo día en que llegaban al mundo.

Esta runa tiene relación con el ave Fénix, que ardía en llamas para después resurgir de sus cenizas; lo que vincula a Perth con potentes energías transformadoras, en ocasiones inconcebibles, que aportan un nuevo comienzo.

Peordh alude también al receptáculo de dados como signo del proceso de azar, si bien esta runa te recuerda que este tipo de suerte depende de tu forma de actuar en el pasado y de lo que ha de ser.